El Sevilla conquistó su tercera Europa League tras vencer al Benfica en la tanda de penaltis (4-2) gracias a las dos paradas de Beto, vital en el tramo decisivo del encuentro, y al irreductible esfuerzo de los nervionenses, que alargaron la maldición de Bela Guttmann ante un equipo cuya mala fortuna comienza a ser excesiva.